El jugo de las hojas cuajado en una masa sólida color oscuro y muy amarga, se conoce con el nombre de acíbar. Para su obtención, se debe proceder de la siguiente manera: se deja fluir el líquido que se escurre de sus hojas cortadas transversalmente, recogiéndolo en un recipiente destinado a tal fin; este líquido se deja concentrar al calor del sol o calor artificial. Este procedimiento de obtención del acíbar se hacía antiguamente en los países de origen. En España actualmente no se conoce, pero en otros tiempos se podía obtener acíbar de los áloes que se crían en nuestras tierras. La composición del acíbar varía según el áloe de que procede, la época de recolección y el método de elaborarlo. Un alto porcentaje es de agua. También contiene derivados antracénicos como la aloemodina, aloína y los aloinósidos A y B.En dosis bajas el acíbar se comporta como tónico digestivo y colagogo. Estas dosis no deben ser superiores a la décima parte de un gramo. A partir de 0,1, se comporta como un laxante suave; pero si las dosis administradas superan los 0,2 gr. comienzan los efectos purgantes, parecidos a los provocados por el sen, el ruibarbo o el Ricino. No se recomienda su consumo en mujeres embarazadas ni personas con hemorroides. Además, esta planta, administrada en dosis altas, puede provocar cuadros tipo cólico gastrointestinal. Además, el jugo de áloe es irritante de la piel, lo que deberán tener en cuenta las personas que lo manipulen.
Polvo de acíbar. Dosis de 0.02-0,06 gr/día, sin aumentar la dosis, a no ser por prescripción médica. En este intervalo de dosificación actúa como tónico, digestivo y colagogo.Cuando se usa como laxante o purgante, se debe administrar por la noche a fin de que produzca sus efectos a la mañana siguiente. En ningún caso se debe sobrepasar la dosis de 0,5 gr. al día.
Áloe
(Aloe ferox)