En la composición de esta planta encontramos abundante cantidad de aceite esencial, rico en anetol, felandreno y limoneno, aldehídos y cetonas, cineol y algo de safrol. La esencia de esta hierba determina una acción carminativa, eupéptica, espasmolítica y antidiarreica. De hecho, lo primero que se les da a los niños recién nacidos, en cuanto empiezan con problemas digestivos, es una infusión hecha a base de anís estrellado con la que se logra aplacar los gases. También está indicada en personas mayores, sobre todo los que sufren de gastroenteritis, meteorismo, espasmos gastrointestinales, catarros y bronquitis. Pero al tener una esencia en su composición, debemos recordar que en dosis elevadas puede resultar tóxica. Entre los efectos secundarios que puede producir encontramos delirio, anestesia y convulsiones. Esta intoxicación puede también producirse por la frecuente falsificación del anís estrellado por otra especie, llamada "Illicium religiosum", muy rica en alcaloides tóxicos. Por tanto, aunque es difícil con las dosis normales llegar a una intoxicación, no debemos olvidar que como cualquier otro remedio, el consejo del especialista resulta imprescindible.
Infusión.
Se prepara a partir de los frutos. La dosis máxima aconsejable es de0,5-3 g/día. Se suele tomar una taza después de las comidas.
Polvo.
Otra forma de beneficiarse de las virtudes de esta planta es administrarla en forma de polvo, bien solo o encapsulado.
Anís estrellado
(Illicium verum)