En la vinca se han encontrado alcaloides indólicos, como la vincamina y la vincina. También se encuentran determinados ácidos orgánicos, como el ácido ursólico, el cafeico y el hidroxibenzoico. En realidad no existen muchos estudios serios de esta planta. Se le atribuyen muchas virtudes, pero ninguna de ellas parece haber sido comprobada científicamente. Parece ser que los alcaloides que posee tienen cierta acción sobre el sistema nervioso simpático, anulándolo, con lo que rebajan la tensión y aumentan la vasodilatación cerebral y coronaria; también tiene efecto analgésico. Entre los usos populares que se atribuyeron a esta hierba cabe destacar su empleo en diarreas, esputos sanguinolentos y menstruaciones abundantes. Además tiene una virtud que se refiere a la secreción láctea de las mujeres que crían, quienes, tomando esta hierba, pueden hacer desaparecer esta secreción casi por completo. Externamente también se ha empleado contra las inflamaciones de garganta, para lavados vaginales y en forma de cataplasmas para combatir el infarto de miocardio. Pero todos estos usos están aún en entredicho. En la actualidad a esta planta no se le reconoce ninguna virtud real ya que necesita todavía de un minucio.
Infusión.
Para cortar las hemorragias. Se prepara a partir de una cucharadita de hojas y flores que se añaden a una taza de agua hirviendo; se deja reposar tres minutos y se toman 2 tazas al día.
Decocción.
Utilizada popularmente para retirar la leche a las madres lactantes. Se hierven 16 gr. de flores y hojas en 1 litro de agua; se toman 2 tazas diarias.
Tisana.
Usada con el mismo fin que la decocción. Se prepara con 25 gr. de hojas de vinca, 5 gr. de fresno y toronjil, 10 gr. de malva y 2 gr. de menta; todo ello se tritura en mortero hasta que la mezcla está homogénea y se hierve en 300 gr. de agua. Se pueden tomar hasta 2 tazas de este preparado.
Chipe-Vinca
(Vinca minor)