Encontramos en el rizoma derivados del floroglucinol, como la filicina y un aceite esencial con pequeñas cantidades de ácidos grasos libres. El empleo más característico del helecho macho es como antihelmíntico. Los floroglúcidos que posee tienen la propiedad de paralizar la musculatura de diversos gusanos intestinales, los cuales, una vez inmovilizados, se desprenden con facilidad de las paredes de todo el tracto intestinal, siendo eliminados junto con las heces. Se ha utilizado con éxito para combatir la tenia, pero es necesario asociarlo a un purgante que complemente la acción. El purgante puede ser salino, o bien del tipo de los calomelanos, pero nunca debe asociarse a purgantes grasos como el aceite de ricino, ya que éste favorece la absorción de los principios activos del helecho, pudiendo desencadenar efectos no deseados. Por la misma razón tampoco se debe administrar esta planta con alcohol. Entre los efectos no deseados, los principios activos del helecho macho pueden provocar gastroenteritis, hematuria (sangre en orina), bronco espasmos e incluso hay descrito algún caso de ceguera tras una administración incontrolada. Por ello, se recomienda usar preparados estandarizados -en los cuales se advierte cómo utilizarlo- y usarlo siempre bajo control médico. En la actualidad se prefiere sustituir esta planta por otros preparados menos ofensivos e igualmente activos.Por su potencial peligro no se recomienda realizar ninguna preparación casera. En el mercado farmacéutico existe algún preparado hecho a base de este helecho, pero hay que recordar que debe emplearse siempre bajo supervisión de personal especializado, esto es, médicos y farmacéuticos
Helecho macho
(Dryopteris filix-mas)