Tanto en las hojas como en la inflorescencia y en la raíz se encuentra un
glucósido llamado aucubina. También aparecen mucílagos, pectina, tanino, manitol y sorbitol.
Las propiedades de esta planta son muy semejantes a las de otra especie del mismo género: el llantén mayor. Es una hierba cicatrizante, balsámica y antidiarreica. La virtud que mejor la define es la de ser astringente. Las hojas se han utilizado para cortar las diarreas en la disentería; también se administran para catarros de bronquitis e inflamaciones de boca y garganta. Si se quiere conseguir un mayor efecto astringente, se puede mezclar esta hierba con hojas de malva y puntas de zarzamora. Existía hasta hace poco tiempo un ungüento que se preparaba con manteca de vaca y hojas machacadas de llantén, que se utilizaba para calmar los dolores de hemorroides.
Jarabe.
Se prepara una infusión con hojas de llantén parcialmente desecadas y 250 cc de alcohol; cuando las hojas se han impregnado bien de líquido, se vierte la preparación en 225 cc de agua hirviendo; se deja macerar durante 24 h., removiéndolo de vez en cuando, se filtra y se cuece con 300 g. de azúcar. De este jarabe se toma una cucharada por la mañana y otra por la noche. Actúa enérgicamente contra la tos irritante.
Macerado.
Se toman 40-60 g. de la planta por litro de agua y se deja hervir un minuto. Posteriormente se deja en maceración durante 10 horas. Se bebe a tacitas durante el día.
Cataplasma.
Con las hojas secas, se machacan y se aplican en forma de cataplasma sobre heridas, úlceras o picaduras de insectos.
Llantén mediano
(Plantago sericea)