En niños menores de dos años la inhalación de vapores de esencia de menta puede provocar asfixia al producirse un espasmo de glotis, por lo que en estos casos es imprescindible evitar su uso y sustituir esta esencia por otras que no tengan tales efectos.También en personas adultas sensibles a esta esencia pueden aparecer estados de nerviosismo y cuadros de insomnio.En condiciones normales, se emplea para evitar el picor y refrescar a nivel tópico; la sensación de frescor no se produce como tal, ya que la temperatura sigue siendo la misma, pero la persona a la que se le administra la esencia lo percibe así. Esto se debe a que el mentol produce una estimulación de las terminaciones nerviosas sensibles al frío, que dan lugar a esa sensación. En casos extremos, y por el mismo mecanismo, se puede producir una suave anestesia local que antaño se utilizaba para sofocar dolores dentales.
Infusión.
5 gramos de planta por taza; se ponen en contacto con agua en ebullición durante 15 minutos, pudiéndose tomar un máximo de tres tazas al día después de las comidas. Mejora las digestiones y actúa como carminativo.
Cápsulas. El polvo de planta se encapsula, pudiéndose tomar en una cantidad de 0.2 gramos al día.
Uso externo.
Con las precauciones ya señaladas, se pueden hacer inhalaciones húmedas, con el empleo de 8 gotas de esencia mezcladas con medio litro de agua caliente.Se pueden hacer linimentos para fricciones en enfermos reumáticos. También se emplea en lociones para después del afeitado, desodorantes, pastas de dientes, elixires, chicles... como aromatizante y antiséptico.
Menta
(Mentha piperita)