Planta vivaz que vive en zonas donde hay cantidad suficiente de agua, pero no de mucha profundidad; es también importante para su desarrollo que esta agua se encuentre inmóvil o que se mueva con mucha lentitud, como sucede en los estanques y aguas mansas.Posee un rizoma rastrero que mantiene a la planta anclada en el suelo; de ahí la imposibilidad de su desarrollo en aguas profundas, pues el tallo debe ser lo suficientemente largo como para que sus grandes hojas y sus flores permanezcan por encima de la superficie del agua.Tiene una sustancia llamada ninfalina que le proporciona una cierta actividad digitálica; pero no se ha estudiado de forma exhaustiva ya que prácticamente se ha venido empleando como planta ornamental; los únicos datos con los que se cuenta en la actualidad son aquellos que nos han llegado de las costumbres y tradición populares. Se utilizaba principalmente como antiafrodisíaco -dato que hoy día no está comprobado- pudiendo producirse este efecto tanto por la propia actividad de la planta en sí como por un comportamiento bastante común a la hora de tomar cualquier producto de tipo supuestamente medicinal, conocido como efecto placebo.La raíz se ha utilizado para evitar el flujo celiaco y disentérico, actuando como antiinflamatorio del bazo. Si se aplica de forma tópica su actividad es buena para casos de tiña.
Infusión.
Cinco gramos de flores de nenúfar secas se añaden a un litro de agua, dejándolas infundir durante diez minutos; se puede tomar a lo largo del día en una cantidad de tres tazas y añadir cierta cantidad de azúcar si se desea para mejorar el sabor.
Polvo de raíz. Su empleo es eficaz para preparar lociones y pomadas para aplicar sobre zonas afectadas de tiña. Antiafrodisíaco.
Nenúfar blanco
(Nymphaea alba)