En la composición del pensamiento aparece un pigmento amarillo de naturaleza glucosídica, llamado vilacuercitrina, que aparece repartido de manera desigual por los diversos órganos de la planta. También contiene ácido salicílico, tanino, saponinas, glucósidos flavónicos y cantidades importantes de vitamina C. Todos estos componentes le proporcionan una acción diurética, demulcente y antiinflamatoria de uso externo. Es además ligeramente laxante y antipruriginosa. Antiguamente, el pensamiento se utilizaba para combatir ciertas enfermedades de la piel, como acné, psoriasis, urticaria y herpes. Y tópicamente se ha empleado en afecciones tales como faringitis, amigdalitis, estomatitis y vaginitis. Es una hierba que no da problemas de intoxicación, pero en algunas personas especialmente susceptibles puede provocar reacciones alérgicas tras un uso prolongado, que desaparecerán cuando cese la administración. Además es conveniente que los niños no consuman la planta fresca, ya que en ellos puede actuar como purgante y emético.
Infusión.
Se maceran durante toda la noche 8 gr. de flores y hojas secas de pensamiento en un cuarto de litro de agua fría. Por la mañana se hierve todo y se añaden 100 cc. de leche azucarada; se filtra la bebida y se toma en ayunas. Obra como depurativo general del organismo. Conviene continuar el tratamiento durante 20 días.
Jarabe.
Se prepara con 30 gr. de la planta seca, que se hierven en medio litro de agua durante 2 horas; luego se añade a este preparado 1 kg de azúcar. Del jarabe resultante se toman varias tazas a lo largo del día.
Infusión de uso externo.
Se hierven 30 gr. de la planta en medio litro de agua y se aplica en forma de compresas, colutorios, gargarismos e irrigaciones.
Pensamiento
(Viola tricolor)