Planta vivaz que se desarrolla a partir de un rizoma que recorre el subsuelo a poca profundidad y del que parte un tallo con flores que puede llegar a alcanzar hasta treinta centímetros de altura. Después de producirse la floración, se desarrollan en su base unas hojas grandes que, además de por su tamaño, destacan porque en su superficie presentan una serie de manchas blanquecinas, de disposición y tamaño irregular. Las hojas que parten del tallo son de menor tamaño, pero mantienen esas manchas características. Tiene gran cantidad de taninos, cuya proporción, en algunos casos, es superior al 10%, lo que le confiere propiedades astringentes. También es importante la cantidad de mucílago que contiene así como la de alantoína, pues son los responsables de su carácter emoliente. Pero principalmente se emplea en el tratamiento de infecciones del tracto respiratorio, como bronquitis, tos..., de aquí deriva su nombre, popular y científico. Estas propiedades se deben a una saponina que actúa fluidificando las secreciones mucosas y facilitando así la expectoración. Pero a pesar de esta saponina todavía se sigue discutiendo su empleo, pues pueden aparecer mejorías, con lo que la curación completa resulta de difícil observación; por ello.También contiene ácido silícico, que es soluble y cuya proporción en la planta aumenta a partir del mes de abril, alcanzando su zenit durante el mes de agosto, que coincide con la época de recolección.Las cenizas de pulmonaria contienen sales potásicas y cálcicas.
Decocción. Se añaden 20 gramos de hojas y tallos de la planta previamente desecada, llevando la temperatura hasta ebullición. Dicha temperatura habrá de mantenerse durante cinco minutos, transcurridos los cuales se procederá a un filtrado; administrar en tres o cuatro tomas a lo largo del día. De esta forma se consigue calmar la tos y tratar afecciones respiratorias. Balsámico, Cicatrizante y Astringente.
Pulmonaria
(Pulmonaria affinis)