La recolección debe realizarse cuando los principios activos de la planta están maduros. Por lo general, se debe proceder al secado de los vegetales lo más rápido posible, de forma que no fermenten los azúcares que contienen, aunque hay que tener en cuenta que las hierbas secas poco a poco van perdiendo sus propiedades. Las flores deben cogerse recién abiertas y secarse con papel limpio; las hojas deben recolectarse antes y
durante la floración y extenderse sobre un papel o rejilla; las plantas enteras deben ser despojadas de las hojas marchitas y los restos de tierra; las semillas y frutos no suelen necesitar ningún tratamiento; y las cortezas y raíces se deben tomar de ejemplares jóvenes.
Las preparaciones más frecuentes son:
Infusión:
calentar agua y añadir la parte de la planta necesaria en el primer hervor. Seguidamente se aparta del fuego, se tapa y se deja reposar unos minutos. La infusión una vez hecha no debe hervir. Se suele preparar con las partes jóvenes de la planta, como hojas, flores y semillas.
Decocción:
proceso por el cual la planta se hierve en agua durante un periodo de tiempo determinado. Se usa este procedimiento con las partes más duras, como corteza, hojas coriáceas, raíces y tallos.
Reducción:
si la cocción se lleva a cabo durante más de 20 minutos, se produce la reducción. Se emplea para principios activos que resisten el calor y de los que se necesita, por su escasa proporción, una mayor concentración
Maceración:
consiste en dejar reposar las plantas en agua fría durante algunas horas. Sirve para extraer principios activos inestables frente al calor pero solubles en agua.
Tintura o vinos medicinales:
es la maceración hecha en alcohol y normalmente lleva una parte de la planta por cinco de alcohol. Se usa si los principios activos no se disuelven bien en agua o son de sabor desagradable, empleándose generalmente planta seca. Son muy conocidos los vinos de quina o el aguardiente de melisa (hierba Luisa).
-Las tinturas, también
denominadas
comúnmente como esencias
se preparan con plantas secas, picadas o trituradas. Se echan unos 50 gr. en una botella bocona, se le añaden 450ml. De Alcohol o aguardiente de 40º, se cierra la botella y se deja macerar por unos 12 ó 15 días, removiendo el contenido de vez en cuando, al cabo de este tiempo se cuela por una manga de colado, exprimiendo muy bien el vagazo para extraer todo el zumo posible, la tintura así obtenida se puede guardar en un frasco de cuello estrecho bien tapada.
Jarabes:
son disoluciones de azúcar en agua a las que después se les añade la planta.
Zumo:
directamente se trituran las plantas frescas y luego se tamiza el líquido.
Aceites medicinales:
al igual que el alcohol, el aceite es otro de los disolventes más usados. De hecho hay ciertas plantas que transfieren mejor sus principios activos al aceite. Son los más utilizados para uso externo (friegas, masajes o untes).
Cataplasmas o compresas:
se hacen hirviendo la planta o sometiéndola a la acción del agua. Las plantas hervidas se envuelven en paños delgados que se sitúan sobre la zona a tratar.
de del recipiente una vez retirado éste ...
del fuego, es el que debe ser inhalado.
Diálisis: en esta técnica se hace primero una disolución convirtiendo en papilla las plantas recién recolectadas y usando como medio el agua, o el alcohol en diferentes concentraciones, o una combinación de ambos. Posteriormente , se utiliza una membrana como papel de pergamino para filtrar la solución.
Elíxir: se le llama a los preparados de sustancias disueltas en alcohol o vino.