Los efectos varían según la dosis empleada; así, a bajas dosis se consigue un efecto laxante, que a medida que aumenta puede llegar hasta ser purgante, por producir irritación de la mucosa intestinal y un mayor peristaltismo (mayor o menor según la dosis).
Aceite.
De dos a diez gramos (de cucharada sopera) al día como laxante. Para evitar su desagradable sabor, en la actualidad existen cápsulas gelatinosas blandas que evitan ese mal trago.
Como purgante.
De diez a cuarenta gramos al día de este aceite.La eliminación se produce unas cuatro horas después de la ingestión de estas dosis; las heces serán líquidas.Por sus especiales características emolientes y su contenido en vitamina E, es muy empleado en la elaboración de cremas y pomadas, que se utilizan en el tratamiento de heridas, ulceraciones, hemorroides...También se emplea en perfumería para la fabricación de jabones, brillantinas y cremas evanescentes, que tras su aplicación -por la evaporación del agua que contienen- producen una sensación de frescor
Ricino, Tártago, Castor
(Ricinus communis)