En la raíz de la planta cultivada hay alrededor de un 85% de agua, un 0,3 % de materiales nitrogenados, hasta un 11% de diversos azúcares (entre los que destacan glucosa y sacarosa) y cantidades muy pequeñas de fibra y esencia. En las hojas encontramos una esencia y dos alcaloides y en el fruto, por su parte, también se pueden hallar cantidades pequeñas de otro alcaloide y algo de esencia. Pero lo más importante -y por lo que más se utiliza esta planta- es su alto contenido en vitaminas C, B1, B2 y sobre todo carotenos (parte esencial de la vitamina A); son ellos los responsables de que a la zanahoria se la conozca por su capacidad de aumentar la agudeza visual y la visión nocturna.La raíz es remineralizante, diurética, vitamínica, oftálmica, astringente y cicatrizante.Las semillas tienen propiedades aperitivas, carminativas, diuréticas y galactógenas. El zumo de zanahoria es un remedio bien conocido contra la amigdalitis de los niños. Y a veces se añaden los frutos en las infusiones, para producir un efecto vermífugo.También tiene aplicaciones como cosmético; en efecto, la máscara de belleza hecha con el jugo o pulpa fresca de la zanahoria cultivada ejerce sobre la epidermis un efecto calmante y tonificante. Por otro lado, tampoco hay que olvidar que sirve para reforzar y mantener el bronceado; de ahí la costumbre de comer muchas zanahorias antes y después de ir a la playa.Sin duda, la mejor forma de administrar esta planta es de manera natural: se pela y lava y se toma cruda o en ensaladas, sopas, arroz guisado, etc.
Jugo de zanahoria.
Entre 100/500 c.c. al día, pudiéndose diluir en un poco de agua o leche.
Decocción.
1/2 Kg de zanahorias en 1 litro de agua; se hierve de 20 a 30 minutos, se tritura, se añade agua hasta volver a completar el litro, junto con una pequeña cucharada de sal. Esto se ha de tomar como único alimento durante 2 ó 3 días, mientras dure la diarrea.
Zanahoria
(Daucus carota)