La composición de la zarzaparrilla no es del todo conocida; se sabe que su estructura es distinta a la de las zarzaparrillas europeas, aunque poseen efectos similares. En la antigüedad estuvieron muy de moda las plantas europeas y se utilizaban profusamente para sanar la sífilis, extendida por marinos, aventureros y conquistadores de aquella época. También se usaban popularmente para depurar la sangre. Con los mismos fines se utilizaba la zarzaparrilla española, pero al final ni la americana ni la europea se utilizaron para erradicar la sífilis. No obstante, ambas se continuaron empleando por sus propiedades depurativas. En efecto, la infusión del rizoma de esta planta posee excelentes propiedades diuréticas y sudoríficas. Algunos añaden a estas virtudes una supuesta actividad hipolipemiante, es decir, la propiedad de rebajar las grasas del cuerpo. Quizá sea una exageración del poder depurativo, pero en cualquier caso no deja de ser saludable tomarla de vez en cuando.
Infusión.
Se utiliza en una proporción de 30 gr. de rizoma de zarzaparrilla por litro de agua. Una vez preparado, se endulza a gusto de cada uno y se toman unas 3 tazas al día. Muchas veces la infusión se puede prepara añadiéndole otras plantas si que esto afecte sus virtudes.
Zarzaparrilla
(Smilax sp)